La vida no es una carrera de obstáculos. ¡¡¡La vida es una carrera de relevos!!!
Desde la observación y dirección en los procesos en los que acompaño a personas a reconducir su rumbo y llegar a una percepción que les haga ver su Vida con mayor satisfacción y desde la propia experiencia… Asemejo la sucesión de aprendizajes emocionales y sociales a una auténtica carrera de relevos donde intentamos una y otra vez ser nuestra mejor versión, o, dicho de otro modo, al sucesivo ejercitamiento de caer sin que llegue a doler…
Por ello no vamos a incidir en el inicio de la etapa, acompañada de tantas vicisitudes y necesidades, sino que nos centraremos en el desenlace de las mismas.
Dividiremos este artículo en dos partes:
* En la primera, analizaremos la actitud, las emociones y los pensamientos que desarrollamos cuando damos finalizada la etapa con “determinación propia”. Y cuando esa decisión es tomada por los demás.
* En la segunda parte profundizaremos en la gestión emocional en estos ciclos, y reflexionaremos ante tales verbos como son: “soltar” y “aceptar”
Cuando asistimos a esa carrera de relevos (*), cumplimentando etapas que a veces deseamos y otras nos vienen impuestas por aquello que llamamos «destino», lo que más nos cuesta no es el aprendizaje que creemos haber aprendido, ya que en la falta viene la carga, sino saber soltar el testigo y aceptar nuestro designio.
Vamos a ir desgranando éste reiterativo episodio tan concurrente en nuestra existencia:
*Cuando somos nosotros los que «decidimos» abortar la fallida misión y el recuerdo nos devuelve al momento de tal decisión…, cuando aparece la culpa, la pena y las ganas de haberlo hecho mejor. Y sí, seguro que desde la percepción actual podríamos haber actuado de mejor manera. Pero no nos podemos juzgar de algo que ya pasó, de lo que no hay vuelta atrás, y ahora lo que deberíamos hacer desde la más profunda compasión hacia nosotros mismos es templar nuestra conciencia y decirnos que en ese momento hicimos lo mejor que sabíamos hacer. Condonar dicha situación, perdonarse y pedir perdón si fuera posible de los daños ocasionados. Reconocer sin “culpa”, ya que somos “inocentes” sin cabeza. Aquí reside la “responsabilidad” de nuestros siguientes actos una vez que hayamos tomado conciencia.
(Aprovecho este artículo para pedir perdón de aquel Fernando que no supo hacerlo mejor y que sigue en «evolución»)
*Cuando son las «circunstancias» y las “necesidades” de otros las que determinan por nosotros, y nace el desengaño, el desagradecimiento y la frustración…
Tomamos dos formas genéricas de actuación:
– Una, la que nos manifestamos como presuntuosos sabedores de lo que iba a pasar con frases ocurrentes como: – yo ya me lo imaginaba o yo ya lo sabía…
– Y la otra, cuando pensamos, decimos y sentimos: -Ya nos han vuelto a joder, esto siempre es lo mismo, estoy harto/a de ser bueno/a, malditos h. de p., etc.!!!
Y por supuesto pensando más mal que bien…
¡¡Pudiera ser que en ninguna de las dos erráramos y que estuviéramos en el don de la “verdad” …, pero para qué nos sirve…!!???
¡¡No nos podemos permitir estar en esta “verdad”, que nos puede llegar a enfermar!!
¿¿¿¡¡Cómo salimos de tal encrucijada…!!???
Primeramente, dejemos de mirarnos en nuestro ombligo y reflejémonos en el espejo de nuestra Verdad.
Indaguemos en cuánto nos mentimos y no paramos de argumentar.
Las circunstancias no se dieron porque sí, la «causalidad» estaba fomentada en parte por nuestros actos, comportamientos y actitudes. También por falta de información y casi seguro por la escasa manifestación de nuestro sentir, y cómo no, ¡¡¡por la ausencia de preguntar…!!!
¿Hicimos Todo lo que estaba en nuestras manos y pudimos hacer…?
¡¡O por el contrario nos dejamos llevar por lo que se define como “área de confort”, y que de confort no tenía nada…!!???
Y claro, si así fuera…, en el fondo a lo mejor nos interesaba dar fin a esa etapa y el «azar» nos la brindó.
Aún con todo esto y con más …, ¿qué nos queda?
Aceptar con certeza y a sabiendas de que Todo ocurre por algo.
¡¡Así como pensar que Todo lo que pasa…, Conviene!!
Sí, ya sé que es difícil de digerir, lo sé por propia experiencia, pero a la larga y más tarde en el tiempo, lo peor que nos ocurre se convierte en lo mejor que nos ha podido ocurrir. Y cuando antes tengamos esa percepción, antes comenzará esa nueva oportunidad de avanzar.
Todo lleva su tiempo…, pero ante todo hay que perseverar y hay que querer y desear seguir aprendiendo para ver otro amanecer.
No es fácil, nadie dijo que lo fuera. Las personas nos volvemos mayores, no por la edad, sino por la falta de Ilusión en conquistar un día más.
(*) Volvamos al principio, una carrera de relevos según su propia definición: es una prueba de velocidad que se disputa por equipos y consiste en transportar un testigo a lo largo de una distancia determinada lo más veloz posible, hasta otro atleta que se encuentra dispuesto a recibirlo o hasta la meta, como lo hace el último de los atletas.
Ahora, consideremos individualmente cada de las partes de esta analogía:
• Es una carrera por equipos. Todos los que nos acompañan en el camino de la Vida forman nuestro equipo y nosotros el de ellos. Todos, los «buenos y los no tan buenos» nos ayudan a evolucionar y sin ellos no habría nada que tuviera sentido, no habría a quién perdonar, ni nadie a quién Amar. Nadie nos haría de espejo en nuestro Caminar.
• Es una prueba de velocidad que se disputa y es competitiva. Sí, así es nuestra actitud y así nos va…, Siempre andamos como pollos sin cabeza corriendo de un lado para otro, nuestra mente nos atropella para llegar a un futuro «supuesto» y pensando que mañana será mejor que hoy, cuando lo importante es el Ahora. No porque lo diga yo…, es que sí nos damos cuenta y viendo la que nos viene encima…, Sólo queda Hoy. ¡Ya más claro no nos lo pueden decir, blanco y en botella y posiblemente sea leche si la podemos llegar a comprar…!!! Ah, y no hay que olvidar la disputa y la competitividad…, con nosotros mismos por el síndrome en la ansiada búsqueda de la «perfección», y con los demás por la inquietante necesidad de «poseer la Verdad».
• Transportar un testigo. Nosotros somos el testigo y el legado de todo lo venidero y de ello somos Todos responsables. Y egoístamente pocas veces lo pensamos, y para colmo de los colmos lo que se nos da bien, es tirar balones fuera de la red, sin darnos cuenta que cada uno ya tiene la suya propia.
Ya ven la similitud existente entre una carrera de relevos, y los relevos en nuestra Vida.
“Hay que Reconocer para poder Aprender”
“Hay que Perdonarse y Perdonar para Sanar”
“Hay que Confiar y tener Fe en que lo mejor está por llegar, y si no crees, ni confías en que pueda llegar…, tal vez sea que la Felicidad está delante de ti y no la sepas apreciar…”
“Aceptar. Perdonar. Aprender. Agradecer. Avanzar”
El trabajo en equipo siempre es más «completo», sigamos compartiendo testigos para avanzar en la carrera dando lo mejor de uno mismo.
Gracias!!!
Lo más bonito de esta vida es Vivir para Compartir.
Todos formamos un gran equipo.
Que grande!! Gracias por compartir!!!!!
Mil gracias!!!
Se hace lo que se puede!!
Siempre intentando ser «mejores»
Gracias por compartir tan bellísima,dura pero realista verdad….siempre hay algo que aprender contigo,un abrazo Fernando
Gracias Cristina!!
Todos aprendemos de los demás y de nosotros mismos!!
Un fuerte abrazo.
Qué grandes verdades, qué difícil aceptarlo e integrarlo en nuestra vida diaria. Como siempre, en el momento perfecto, muchas gracias Fernando, qué texto tan acertado.
Gracias Cristina!!!
La «aceptación» no es tarea fácil…, pero si queremos «avanzar» es el camino que nos va a liberar.
Una vez liberado, la «integración» se hace posible y el aprendizaje recogido nos ayudará en las siguientes etapas del camino.
Hoy, Dios mediante, publicaré la 2ª parte del artículo, la más dolorosa…, «SOLTAR».
Espero que te guste.
Cuídate mucho y disfruta del viaje.
Tan acertado como siempre y tan en mi momento crucial….gracias gracias
Gracias Begoña!!
Las «casualidades» no existen!
La vida nos da infinitas oportunidades para «acabar» y «empezar».
Sólo depende de nosotros la «opción» a tomar.
Ánimo. Tu puedes con ello y con mucho más!
Gracias por compartir este artículo.
Su lectura me ha ayudado mucho a comprender muchas cosas.
Gracias Carlos!!
Me ha alegra muchísimo que este artículo te hayas dado respuestas y comprensión!!
Sobre todo a ti, que eres un hombre de gran Corazón.
Un fuerte abrazo.
No lo has podido explicar mejor, somos testitigos que pasamos nuestros sentimientos, cuesta aprender su significado y el por qué. El equipo de la vida nos pasan testigos que podemos coger y poder seguir adelante, otras veces las fuerzas no te dejan cogerlo y caes.
Gracias Fernando por estar y pasar ese testigo que te da fuerzas para seguir adelante y poder comprender su significado.
Gracias María del Mar!!
Siempre Adelante!!
Un fuerte y cariñoso abrazo!