¡¡Morir para seguir viviendo!!
Igual que una semilla muere reiteradas veces después de dar su fruto y mostrar toda su grandeza. El ser humano debería ir cumpliendo etapas con el único objetivo de encontrarse a sí mismo a través de un crecimiento personal que le hiciera liberarse de sus impurezas.
Pero para ello tendríamos que reconocer aquello que tenemos que aprender en cada ciclo…, y eso no es fácil.
En ello llevo trabajando toda mi Vida y con mi ejemplo y experiencia la ofrezco a quién le sirva de ayuda.
Para seguir «viviendo» hay que seguir «creciendo» con la misma ilusión, pasión, constancia y esmero…, cómo aquél que no sabe Nada y necesita saberlo Todo.
Cada experiencia nos abre una nueva oportunidad…, aunque nos parezca siempre la misma «lección»; y realmente no nos equivocamos, ya que Todo es un continuo despertar, pero no es el mismo sueño. (*)
Un médico no acaba su carrera al finalizar sus estudios, su carrera empieza justo en ese momento, la práctica y nuevos conocimientos serán parte de su crecimiento personal y profesional.
La Semana Santa nos recuerda a cristianos y ateos que hay que morir para renacer.
El ejemplo de Jesucristo nos da una lección sublime y trascendental en Todos los sentidos.
¿Qué sentido tiene la vida…, sino es para vivir creciendo y muriendo…?
Cómo decía Leonardo Da Vinci:
«Mientras pensaba que estaba aprendiendo a vivir, he aprendido cómo morir»
La Felicidad crece en la Paz del Alma.
(*) Por ello he elegido cómo logotipo de esta nueva etapa el símbolo del uróboro. Su significado remite a la naturaleza cíclica de las cosas y a la idea del eterno retorno. En este sentido, ambas interpretaciones se refieren a la concepción de la existencia como un ciclo que siempre recomienza, y cuya continuidad consiste en un constante renacer como, por ejemplo, lo que se observa en el ciclo de las estaciones del año.
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Cómo citar: «Ouróboros». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ouroboros/
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